domingo, 5 de diciembre de 2010

Prólogo.


- Nombre original: Gio Testa
- Seudónimo: Romeo Fenice Brest
- Raza: Humano
- Fecha de nacimiento: 16 de noviembre de 1592
- Edad original: 508 años
- Edad aparente: 24 años
- Peso: 86,4 Kg
- Altura: 1,82 m
- Lugar de nacimiento: Bangladesh, India
- Lugar de origen: Módena, Italia
- Apariencia física: De cuerpo atlético aunque algo fornido, luce gran cantidad de tatuajes en la zona de los brazos. Su piel es blanca pero levemente bronceada. En cuanto al color de su cabello, que lo suele tener corto la mayoría del tiempo, se puede apreciar que es claramente un rubio tostado, algo quemado por la luz del sol. Respecto a la tonalidad de sus ojos no se puede hablar con tanta facilidad ya que, dependiendo de su estado anímico pueden ser azulados o verdosos, lo que sí se puede afirmar es que son tan claros que tienen una gran sensibilidad hacia cualquier tipo de luz, haciendo que sus pupilas se dilaten fácilmente y en gran medida. No tiene una barba muy cargada normalmente. Carece de bello corporal y, el poco que tiene, es rubio, por lo tanto es prácticamente inapreciable. Tiene una marca similar a las que se les realiza al ganado en la zona superior de la nalga izquierda en la que se lee claramente "L.G." y, en su espalda, unas sutiles líneas en las que se pueden intuir antiguos latigazos.
- Carácter: En él destacan su faceta impulsiva y pasional. A lo largo de su vida se ha dejado llevar por sus instintos de manera fiel ya que siempre ha confiado en su lado "animal". Gran enamorado de lo imposible, lo efímero y lo vital, siempre se ha sentido atraído por la escritura y la pintura, dejándose envolver en el mundo del arte con gran devoción. Su personalidad es fuerte, casi tanto que en determinados momentos no se puede controlar, afortunadamente con el paso de los años ha sabido ser cauto y moderar sus palabras para saber cómo controlar cada situación, ya que siempre le ha gustado ser el dominante del entorno en el que se encuentre.
- Historia: Con padre italiano y madre inglesa, Gio nace en una humilde cabaña cercana a la división de Rajshahi, perteneciente a Bangladesh, India. Debido a que Europa se encontraba en una plétorica expansión de su comercio gracias a la ruta de las especias por la zona oriental del planeta, su padre, Fabio Testa, decidió partir junto a su familia hacia dicho lugar para, con ello, intentar aumentar su patrimonio y así, a su vuelta, ser una adinerada familia londinense para poder acallar las malas lenguas de los parientes de su esposa, Hope McGregor.
Después de pasar varios años en la India, un altercado entre dos regiones próximas hace que los padres de Gio mueran accidentalmente asfixiados dentro de la cabaña, la cual fue reducida a cenizas posteriormente. De este fatal encuentro no se supo nada del primógenito de dicha familia hasta que, mucho tiempo después, aparece a la edad de 25 años en Módena, Italia y, después de haber pasado multitud de miserias, malvive de limosnas durante semanas, refugiandose en sus lienzos, plumas, pinceles, óleos y tintas, dejándose llevar por la embriagadora sensación de la que disfrutaban los artistas bohemios de la época.
Es posteriormente cuando, de forma misteriosa, aparece una dama de modales refinados y decide ser su "mecenas", acogiéndolo en su casa para darle una educación de la que en su momento fue privado. Dicha mujer le cultivó en las más selectas costumbres, le enseñó varios idiomas como el español, el italiano, el hindú, el inglés o el ruso y, quizás mucho más importante, a ver con una perspectiva un tanto peculiar el concepto del espacio, el tiempo, y la lógica en sí.
Al cabo de los meses, cuando la distintiva señora o, más bien conocida como madame Lo Gioudice comprendió que estaba preparado para el "paso final", a través de un rito pagano lo transformó en su esclavo a todo los efectos, tanto carnal como espiritualmente y, finalmente, hacer que pernaciese bajo su voluntad hasta el fin de los días.
Pasaron las décadas y Gio a cada instante notaba cómo perdía parte de su humanidad y, con ella, sus ilusiones, sus sueños, sus oportunidades de brillar y su vida en sí hasta que, casi milagrosamente, consigue apoderarse de parte del "don" de su señora, escapando sin mirar atrás.
Actualmente vagabundea por el mundo, viviendo de su arte e intentando no ser encontrado por su vieja ama, aliviado por saber que por fin es dueño de su destino aunque, por otro lado, renegado ante la realidad de que su tiempo ya ha pasado. Todavía cree en el amor verdadero y, debido a que es bisexual, no cree en un sexo u otro, sino en la persona en sí, en su alma, aunque la desconfianza que tiene hacia los humanos ha provocado que haya cerrado las puertas de su corazón a todos los efectos, haciendo que, en consecuencia, aún sea virgen.
La huella que dejó madame Lo Gioudice en él fue un "instinto animal" excesivamente desarrollado, es decir, capta cualquier tipo de sensación o acontecimiento extracorporal que no podría conseguir cualquier ser vivo.

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